Corea del Sur se encuentra sumida en una profunda crisis política tras el intento del presidente, Yoon Suk Yeol de imponer la ley marcial. La oposición presentó una moción de destitución acusando al mandatario de intentar evadir investigaciones penales y de atentar contra la democracia del país.
La decisión de Yoon de declarar la ley marcial el martes pasado generó una ola de protestas y una fuerte reacción por parte del Parlamento, que la revocó de inmediato. Este hecho sin precedentes en las últimas cuatro décadas puso en jaque la estabilidad política de Corea del Sur y generó una gran incertidumbre en la región.
La moción de destitución, que podría ser votada en los próximos días, acusa a Yoon de violar gravemente la Constitución. Según los opositores, el presidente intentó utilizar la ley marcial como una herramienta para protegerse de las investigaciones en curso sobre presuntos actos de corrupción.
Miles de surcoreanos salieron a las calles para protestar contra el intento de autogolpe. Los manifestantes exigieron la renuncia de Yoon y la defensa de la democracia. La oposición presentó también una denuncia judicial por “insurrección” contra el presidente y varios de sus colaboradores.