El diputado Alberto Vanegas Arenas, del Grupo Parlamentario de Morena en el Congreso de la Ciudad de México, presentó una iniciativa para que las empresas de la Capital tengan mayor responsabilidad con el medio ambiente y adopten prácticas más amigables en todos sus procesos, desde la producción hasta la disposición final de los residuos que generan.
Dicha iniciativa, explicó el legislador, obligaría a las empresas a asumir un papel más activo en la gestión integral de los desechos, especialmente aquellos de difícil degradación como los plásticos.
“La responsabilidad en el manejo de estos residuos no debe recaer exclusivamente en el erario público; por lo que llamamos a una corresponsabilidad en la que las empresas compartan la carga y el compromiso por un futuro más sostenible”, aseveró.
Al exponer los motivos de la iniciativa, Vanegas Arenas indicó que las empresas que manejan grandes volúmenes de plásticos deberían tener la responsabilidad de asumir un papel más activo en la gestión de los plásticos y otros residuos que producen, como parte de un enfoque más amplio hacia la economía circular y la sostenibilidad.
“En este contexto, su responsabilidad extendida cobra relevancia como una herramienta que obliga a estos grandes generadores a asumir la gestión integral de los residuos que producen hasta su disposición final”, dijo.
En ese sentido, explicó que su iniciativa adiciona y reforma diversas disposiciones de la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal, para que toda persona física o moral que genere un volumen de residuos sólidos igual o superior a 10 toneladas anuales, esté obligada al manejo y disposición integral de éstos; así como la propiedad y responsabilidad de los perjuicios y daños que puedan ocasionar, hasta el momento en que son entregados al servicio de recolección, o depositados en los contenedores o sitios autorizados.
De igual forma, agregó, con esta reforma se propone cumplir con el principio de responsabilidad compartida en sus Planes de Manejo, con el objetivo de que los grandes generadores queden obligados al manejo y disposición integral de sus residuos sólidos; esto incluye no solo la separación, recolección y tratamiento adecuado, sino también la valorización y el reciclaje, con el objetivo de minimizar su impacto ambiental y fomentar un modelo que promueva la corresponsabilidad entre todos los sectores involucrados.
Vanegas Arenas mencionó que la industria de bebidas contribuye significativamente al problema de la contaminación en la materia pues gran parte de los refrescos se envasan en botellas de PET, un plástico que, aunque reciclable, se utiliza en grandes cantidades y tiene un ciclo de vida largo, lo que dificulta su manejo adecuado después de su uso.
“Nuestra megalópolis ha sido una de las primeras en América Latina en enfrentar el problema de la contaminación por plásticos, y se han adoptado diversas medidas legislativas para reducir el uso de plásticos de un solo uso”, señaló.
Sin embargo, lamentó que, a pesar de los avances legislativos y regulaciones federales, las empresas no han avanzado en adoptar prácticas más amigables con el medio ambiente y por ello es importante que aumente su responsabilidad ecológica y de gestión de residuos.
