La economía mexicana presentó un menor superávit en su cuenta corriente durante el tercer trimestre de 2024, según datos del Banco de México. Este resultado se atribuye principalmente a un déficit en la balanza de bienes no petroleros.
Un análisis de BBVA Research sugiere que la menor demanda de gasolinas y diésel, reflejada en el saldo de bienes relacionados con el petróleo, podría indicar una desaceleración en la actividad económica del país en comparación con el año anterior.
A pesar de lo anterior, la inversión extranjera directa en México mostró un crecimiento significativo en lo que va del año, según cifras preliminares. Asimismo, analistas de Intercam destacan que los fundamentales de las cuentas externas mexicanas se mantienen sólidos, con un déficit en cuenta corriente limitado.
Para el cierre de 2024, los expertos de Intercam estiman un déficit en cuenta corriente cercano al 0.5% del PIB.
En resumen, aunque el superávit en cuenta corriente de México se redujo en el tercer trimestre, la inversión extranjera directa y la solidez de las cuentas externas apuntan a una economía con fundamentos relativamente fuertes. Sin embargo, la desaceleración económica y la menor demanda de energéticos son factores a considerar en la evolución de la economía mexicana.