La actividad turística en México registró una caída de -0.4% en su PIB durante el segundo trimestre de 2024 en comparación con el trimestre anterior, revelando un debilitamiento en el sector. Esta disminución marca el primer descenso desde el tercer trimestre de 2022 y está impulsada principalmente por una baja en el turismo internacional y una leve disminución en el consumo de los turistas nacionales.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el PIB turístico creció un 5.8% en comparación con el mismo trimestre de 2023, aunque esta tasa es inferior al 8.5% observado en el primer trimestre de este año. Pese a una sólida recuperación en 2021 y 2022, el sector ha mostrado señales de desaceleración desde mediados de 2023. Esta pérdida de impulso se asocia con el agotamiento del efecto de reapertura post-pandemia que benefició a México, país que mantuvo sus fronteras abiertas sin restricciones durante la crisis sanitaria, lo que atrajo a un gran número de turistas internacionales.
Sin embargo, la reapertura de otros destinos turísticos y sus agresivas campañas de promoción, junto a factores como la percepción de inseguridad en México, han afectado la llegada de visitantes extranjeros, especialmente aquellos que ingresan por vía aérea. En el segundo trimestre de 2024, el consumo turístico de bienes y servicios cayó -1.0% respecto al trimestre anterior, siendo esta la quinta disminución en los últimos seis trimestres. Aunque el consumo de turistas nacionales registró un aumento anual del 2.6%, la cifra muestra una desaceleración con respecto al trimestre previo.
La situación es particularmente preocupante en el consumo turístico receptivo, que comprende los bienes y servicios adquiridos por turistas internacionales. Este segmento ha tenido cinco trimestres consecutivos de tasas negativas, con una caída de -5.1% en el segundo trimestre de 2024. Este retroceso ha afectado el desempeño general del PIB turístico. El consumo de turistas nacionales, que representa más del 80% del gasto turístico total, también disminuyó -0.3% a nivel trimestral.
Entre las causas de esta caída en el turismo internacional se identifican la apreciación del peso mexicano, la percepción de inseguridad en el país, la menor llegada de turistas por vía aérea y la competencia de otros destinos turísticos que han reabierto sus puertas. Además, el sector turístico enfrenta la falta de promoción para atraer a más visitantes extranjeros, lo cual ha limitado su crecimiento en este contexto de alta competencia.
Las proyecciones para el tercer trimestre no son alentadoras. Los servicios de alojamiento y la industria de alimentos y bebidas, actividades económicas estrechamente ligadas al turismo, muestran un crecimiento débil en comparación con el mismo periodo del año anterior. De acuerdo con los analistas, estas actividades parecen haberse estancado, sin señales claras de una recuperación sostenida.