Las labores de rescate en las zonas afectadas por las devastadoras inundaciones en la región de Valencia continúan a un ritmo frenético, con el foco puesto en la localización de los desaparecidos en aparcamientos subterráneos y otras áreas de difícil acceso. Las autoridades elevaron la estimación del número total de víctimas mortales a 400, una cifra que supera con creces el balance actual de 217 fallecidos.
La búsqueda de cuerpos se ha convertido en una prioridad absoluta, y las autoridades habilitaron una morgue con capacidad para 400 fallecidos. Según el jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Javier Marcos, esta medida se tomó ante la previsión de encontrar un número significativo de víctimas en condiciones que requieren un manejo especial.
La tensión social sigue siendo palpable en las zonas afectadas, donde los vecinos expresan su malestar por la tardanza en la respuesta de las autoridades. Los incidentes registrados durante la visita de los Reyes y el presidente del Gobierno, pusieron de manifiesto la frustración y el dolor de una población que se siente abandonada.
Mientras tanto, los juzgados autorizaron la entrega de casi medio centenar de cuerpos a sus familiares, lo que supone un pequeño rayo de esperanza en medio de esta tragedia.