Este martes, Irán lanzó misiles contra Israel, activando las alarmas antiaéreas en todo el país, mientras el ejército israelí advertía a su población sobre un posible ataque a “gran escala” por parte de la República Islámica. Según la agencia oficial iraní IRNA, el ataque estaba dirigido a Tel Aviv, aunque no se proporcionaron más detalles sobre los daños.
Los Guardianes de la Revolución iraníes confirmaron que este ataque era una represalia por la muerte del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, y del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, ambos fallecidos la semana pasada.
El ejército israelí mediante su portavoz, Daniel Hagari informó que interceptaron gran parte de los misiles lanzados por Irán. Las estelas luminosas de los proyectiles fueron visibles en el cielo. En la zona de Tel Aviv, los servicios de emergencia reportaron dos heridos leves, mientras que sirenas y explosiones resonaron en ciudades como Jerusalén.
Como medida de seguridad, el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv suspendió completamente su tráfico aéreo, y las autoridades cerraron el espacio aéreo israelí.
Este ataque coincidió con el anuncio de Israel de iniciar operaciones militares terrestres en el sur del Líbano contra Hezbolá, movimiento islamista apoyado por Irán, lo que ha elevado aún más las tensiones en la región.
