Contra todos los pronósticos de los analistas, el peso mexicano logró una significativa apreciación frente al dólar estadounidense, cerrando el pasado viernes en 18.8368 pesos por dólar, luego de haber alcanzado un máximo de 20.2181 pesos. Esta recuperación semanal, equivalente a una apreciación del 1.81% o 34.7 centavos, se atribuye principalmente a factores externos que afectaron el mercado de cambios.
Uno de los eventos clave que influyó en la apreciación del peso, fue el freno en la revaluación del yen japonés, que cerró la semana con una ligera depreciación del 0.05%, ubicándose en 146.61 yenes por dólar.
Durante julio, el peso mexicano sufrió una debilidad atribuida al fortalecimiento del yen japonés, que había aumentado debido a la expectativa de alzas en las tasas de interés en Japón. Esta situación redujo el atractivo para realizar operaciones de “carry trade”, afectando negativamente al peso mexicano. Sin embargo, la reciente contención del yen ha facilitado la recuperación de la moneda mexicana.
Otro factor que contribuyó a la apreciación del peso fue la expectativa de recortes más agresivos en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos. Durante la semana previa, el dólar estadounidense perdió un 0.25%, ya que el mercado anticipa una reducción de 100 puntos base en la tasa de referencia de Estados Unidos para finales de 2024. Se especula que en la reunión de septiembre podría haber un recorte de 50 puntos base, seguido de recortes adicionales en noviembre y diciembre, lo que llevaría la tasa de interés a un nivel de 4.25%.
