Este jueves, miles de personas se congregaron en Teherán para reclamar venganza durante el funeral de Ismail Haniyeh, líder político de Hamás, quien falleció en un ataque en la capital iraní atribuido a Israel.
Con banderas palestinas y retratos de Haniyeh, la multitud se reunió en la Universidad de Teherán al inicio de la procesión funeraria del dirigente islamista, que será enterrado el viernes en Doha.
El funeral coincidió con el anuncio del ejército israelí de que en julio mató al jefe militar de Hamás, Mohammed Deif, en un bombardeo en Jan Yunis, al sur de Gaza. Israel había acusado a Deif de “iniciar, planear y ejecutar la masacre del 7 de octubre” en territorio israelí, lo que desencadenó la guerra contra el grupo islamista en Gaza.
En Irán, el líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Ali Jamenei, dirigió las plegarias por Haniyeh y amenazó con asestar un “duro castigo” a Israel por su muerte. El deceso de Haniyeh fue anunciado el miércoles por la Guardia Revolucionaria de Irán, que informó de un ataque en la madrugada en Teherán.
El funeral se desarrolló en un ambiente de tensión y tristeza, con llamados a la venganza y fuertes críticas hacia Israel. La muerte de Haniyeh ha exacerbado las tensiones en la región, con promesas de represalias y una creciente incertidumbre sobre el futuro de los conflictos en el Medio Oriente.
