Por fin, la espera terminó. Este viernes se vivió la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París y como es tradicional, el desfile lo abrió la delegación olímpica de Grecia -por ser la génesis del olimpismo- en su travesía por el Río Sena.
Un despliegue de espectáculo, cultura y tradición francesa se vivió. En un momento histórico, el emblemático jugador francés Zinedine Zidane recibió la antorcha olímpica de manos del portador anónimo y éste a su vez se la pasó al tenista Rafael Nadal y posteriormente, a Serena Williams.
A través de las postales se vivió la travesía de la llama, que fue de relevo en relevo. Disfrutamos la fusión de atletas olímpicos y paralímpicos compartipendo su amor por los juegos y recorriendo a su paso por las calles parisinas con el Arco del Triunfo y el museo del Louvre como testigos.
El encendido del pebetero se elevó como un globo aerostático para culminar con la increíble presentación de la cantante canadiense Céline Dion, desde la Torre Eiffel. La icónica cantante reapareció para deleitar al público en el marco de la ceremonia de apertura con una sublime interpretación de “L’Hymne à l’amour” de Edith Piaf.
