El sector empresarial ha subrayado que la economía de México no muestra señales de mejoría y ha aclarado que en los próximos trimestres se mantendrá la debilidad en indicadores clave como consumo e inversión, los principales motores del crecimiento económico.
En su más reciente análisis, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) detalló que la capacidad de generación de empleo formal comienza a verse afectada de manera significativa, mientras se deterioran las expectativas para los próximos 10 años, con un crecimiento promedio anual previsto de solo 2.0%.
El organismo, que depende del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), puntualizó que, en materia de finanzas públicas, los resultados son razonables en términos generales, pero en su composición hay aspectos cuestionables. Además, se confirmó que el gasto público ha privilegiado criterios políticos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el primer trimestre del año, la actividad económica del país mejoró modestamente, pero no hay signos de una mejora más pronunciada para los próximos trimestres, lo que posiblemente responda a la incertidumbre del último año del sexenio.
En dicho periodo, el PIB creció un 0.3% respecto al trimestre previo, mientras que, en comparación con un año antes, aumentó solo un 1.9%. Ambas cifras fueron menores a las estimaciones de los especialistas, que anticipaban avances del 0.33% y 2.3%, respectivamente.
El Inegi reveló que en abril las ventas al por menor reportaron un avance anual de solo 0.5%, mostrando una clara tendencia a la baja. La inversión fija bruta, aunque mantuvo un avance de dos dígitos al crecer 10.5%, registró su menor avance en los últimos quince meses y su tendencia es de disminución.