En vísperas de las reuniones de primavera boreal del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, enfatizó la resiliencia de la economía mundial, especialmente impulsada por el sólido desempeño de Estados Unidos.
En su discurso inaugural, Georgieva celebró una economía global “relativamente más sólida” de lo anticipado, atribuyendo este impulso al vigoroso crecimiento en Estados Unidos y en varias economías de mercado emergentes.
El crecimiento económico estadounidense del 2.5% el año pasado superó notablemente a otras economías avanzadas, gracias al robusto consumo de los hogares, la inversión empresarial y una mejora en las cadenas de suministro. Además, señaló una tendencia a la baja en la inflación, que está disminuyendo más rápido de lo previsto.
El martes próximo, el FMI presentará la actualización de su informe de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO), que proporcionará previsiones de crecimiento actualizadas país por país. Georgieva insinuó que el FMI espera un crecimiento económico mundial más sólido de lo pronosticado en enero.
A pesar de estos signos alentadores, Georgieva advirtió sobre desafíos persistentes. Aunque se ha evitado una recesión global y un período de estanflación, subrayó la necesidad de abordar preocupaciones como la inflación, la deuda y la promoción de la transformación económica para impulsar la productividad, la inclusión y el crecimiento sostenible.
La directora gerente recordó además el costo económico de la pandemia de COVID-19, estimado en 3.3 billones de dólares, con un impacto especialmente severo en los países más pobres.
Georgieva hizo un llamado a la acción, instando a los países a implementar políticas sólidas para fortalecer la economía mundial y garantizar una recuperación inclusiva y sostenible en el futuro.
